El Museo Didáctico Antonini alberga maravillosas piezas cerámicas que son maquetas en miniatura de las pirámides de Cahuachi o de viviendas, silbatos que emiten sonidos de una longitud de onda que solo ciertos animales pueden percibir, textiles de extraordinaria calidad estética, instrumentos musicales, adornos, utensilios diversos y muchas otras piezas que nos permiten asomar la mirada a un universo conceptual y humano de gran refinamiento.

Pese a que el estado peruano como tal no ha aportado dinero para los proyectos relacionados con Cahuachi, que el alcalde Aroldo Corzo Catalán cediera, en la década de los años noventa, el terreno donde se alza ahora el Museo Didáctico Antonini es un gesto de apoyo importante que, de paso, permitió la puesta en valor y protección de un importante acueducto preinca. Un terreno de extensión suficiente no solo para el museo sino también con habitaciones, salas y ambientes de trabajo, laboratorios, un auditorio y un parque arqueológico a cielo abierto de 1.600 metros cuadrados. En éste parque se pueden observar reconstrucciones de tumbas con imitaciones de los entierros y su ajuar funerario, reproducciones de pinturas rupestres y una maqueta de los enormes geoglifos en el desierto de Nazca. El centro ofrece todos servicios necesarios para que expertos y operarios puedan realizar su trabajo apropiadamente en una labor interdisciplinaria que resultó muy fructífera.
“… fue otra locura mía, un centro de 4500 metros cuadrados en Nasca, pensaba en lo que podía ser útil para los jóvenes peruanos, desde el principio fue como una gran familia donde los especialistas los estudiantes conviven todos juntos en el mismo lugar, así pueden compartir no solo información y conocimiento sino también experiencias de vida, lo que es hasta más importante desde mi punto de vista por desgracia en la época del COVID tuvimos que parar todo, no se podía ir al Perú, y luego yo he enfrentado problemas de salud, pero durante muchos años las cosas funcionaron muy bien”
Si sumamos los trabajos de rescate en la propia ciudadela y pensamos en las precarias condiciones en las que se inició el trabajo de Giuseppe comprobamos que lo obtenido obedece a una determinación indesmayable, a prueba de robos, secuestros, burócratas insensibles, cartas amenazantes y agresiones diversas.
No es retórica, el propio Giuseppe, en condiciones muy precarias de salud, contra la opinión de quienes le rodean y estiman, ha dirigido en el campo (diciembre de 2024 a enero de 2025), la más reciente campaña de excavación en Cahuachi.
Los materiales e ingredientes usados para la restauración deben ser elaborados tomando en cuenta los estragos que pueden generar las peculiares condiciones climatológicas y ambientales del lugar, no tendría mucho sentido rescatar muros, escalinatas y ambientes para que perduren pocos meses o años. Ello se realiza, sin embargo, bajo un estricto respeto y cuidado de las estructuras y su aspecto original.

