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La cultura Nasca: Un tesoro en nuestras manos

¿Es importante preservar el patrimonio cultural de Nasca?

Cuando hablamos del patrimonio cultural de Nasca estamos refiriéndonos a mucho más que un conjunto de restos arqueológicos o un museo. Estamos hablando de nosotros mismos, de nuestra propia identidad, de personas como usted o yo, que vivieron y sufrieron, que amaron y fueron amadas y el sol acarició su faz, como dijo un poeta. A eso nos referimos cuando hablamos de una herencia viva, pero además de lugares y objetos que nos revelan las huellas de lo que esas personas como nosotros lograron gracias a enormes esfuerzos y sacrificios: la cultura NASCA: una de las civilizaciones más fascinantes del Perú antiguo que, hasta hoy, sigue sorprendiendo al mundo. Preservar ese legado no solo significa proteger ruinas o piezas de museo, sino también mantener viva una identidad, una historia y un patrimonio que pertenece a toda la humanidad.

¿Cuáles son las razones por las cuales es fundamental proteger ese patrimonio? ¿Cuáles son los desafíos que enfrenta su rescate y conservación? ¿Qué podemos hacer para arrimar el hombro y ayudar en ese esfuerzo?

La cultura Nasca: Un tesoro en nuestras manos

Un tesoro magnífico

Hablar de Nasca es hablar de misterio, de símbolos grabados en la tierra, de arte, tecnología  y de una cosmovisión profunda. La cultura Nasca, se desarrolló en un período de tiempo que abarca uno cuatrocientos años antes de Cristo hasta unos 400 años después de Cristo. Algunos autores señalan que la cultura Nasca se formó al inicio del primer milenio hasta unos 600 años después, lo cierto es que se trata de una civilización que desapareció como tal, pero dejó un legado extraordinario al que nos podemos acercar visitando:

  • Las Líneas de Nasca, gigantescos geoglifos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO.
  • El centro ceremonial de Cahuachi, considerado el templo mayor de la cultura Nasca.
  • El Museo Antonini, que resguarda piezas arqueológicas que nos permiten entender cómo vivieron y pensaron estos antiguos pobladores.
  • Los acueductos de Nasca, magnífico logro de ingeniería hidráulica que  permitió un manejo aún no superado en el abastecimiento del recurso más preciado en la zona: el aguambina arte, espiritualidad, ingeniería y relación con la naturaleza. Y por eso mismo, su preservación se vuelve indispensable.

Nasca: Identidad y orgullo

Hablamos de una herencia única en el mundo, pues combina arte, espiritualidad, ingeniería y relación con la naturaleza. Su preservación es indispensable. El patrimonio cultural de Nasca no es solo un recuerdo, una frase o una preocupación intrascendente y especializada, es un puente que nos permite comprender quiénes fuimos, cómo nos organizamos como sociedad, qué valores transmitimos a través de los siglos, quiénes somos. Conocer y valorar la herencia cultural genera orgullo en las comunidades locales. Para los habitantes de Nasca, preservar su legado significa mantener viva su identidad y proyectarla hacia nuevas generaciones.

Cada cerámica, cada geoglifo y cada muro de adobe es una página de la historia aún por descifrar. El patrimonio cultural ofrece pistas sobre astronomía, agricultura, arte y espiritualidad. Protegerlo garantiza que los investigadores sigan descubriendo sus secretos.

Donaciones PCEAP

Turismo sostenible y responsabilidad compartida

El turismo cultural en Nasca atrae a miles de visitantes de todo el mundo. La conservación de estos espacios es clave para garantizar que el turismo se desarrolle de manera sostenible, beneficiando a la economía local sin destruir lo que la hace posible.  Las posibilidades de atractivo que ofrece la cultura Nasca son extraordinarias, no solo por su antigüedad, mil quinientos años antes que Machupichu, también por su ubicación en la costa y por los magníficos logros artísticos y culturales que nos muestra. Por ejemplo, la UNESCO declaró a las Líneas de Nasca como Patrimonio Mundial. Eso significa que no solo pertenecen al Perú, sino a toda la humanidad. Protegerlas es una responsabilidad compartida.

Lamentablemente, este tesoro está en constante amenaza. Entre los principales riesgos destacan:

  • El cambio climático: lluvias intensas, sequías y otros fenómenos naturales que dañan estructuras y geoglifos.
  • El crecimiento urbano desordenado: la expansión de viviendas o carreteras cerca de las zonas arqueológicas.
  • El turismo irresponsable: visitantes que ingresan sin control a las áreas protegidas, destruyen o dejan residuos.
  • El saqueo y tráfico ilícito de piezas: un problema histórico que aún afecta a sitios como Cahuachi.

Conocer estos riesgos es el primer paso para enfrentarlos y buscar soluciones colectivas.

¿Cómo se está preservando el patrimonio cultural de Nasca?

En los últimos años, diversas instituciones, tanto públicas como privadas, han sumado esfuerzos para proteger este legado. Algunas acciones importantes incluyen:

  • Investigación arqueológica continua, liderada por especialistas peruanos e internacionales.
  • Museos y centros culturales que resguardan piezas originales y difunden la importancia del patrimonio.
  • Campañas educativas dirigidas a las comunidades locales y escolares.
  • Normativas y leyes que protegen los sitios arqueológicos.

Un ejemplo destacado es el Museo Antonini, que no solo muestra objetos de la cultura Nasca, sino que también educa a los visitantes sobre el valor de la preservación.

Como es evidente, preservar el patrimonio no es tarea exclusiva de arqueólogos o autoridades. La comunidad juega un rol esencial:

  • Los habitantes locales son los guardianes naturales de los sitios. Su compromiso con el cuidado diario hace la diferencia.
  • Los estudiantes y jóvenes son clave para mantener viva la herencia cultural a través de la educación y la transmisión de valores.
  • Los turistas responsables contribuyen respetando las normas y difundiendo el mensaje de protección.

Al final, todos somos parte de esta misión colectiva pero no podemos preservar lo que no conocemos. Por eso, la difusión y la educación son fundamentales. Programas escolares, visitas guiadas, charlas y materiales educativos permiten que las nuevas generaciones entiendan el valor del patrimonio cultural de Nasca y se conviertan en sus defensores.

Para un niño de Nasca que visita por primera vez las Líneas o el Museo Antonini se trata de una experiencia puede marcar su vida, inspirarlo y darle orgullo por su tierra. Eso es lo que asegura la continuidad de la preservación.

Si alguna vez usted visita Nasca, recuerde que cada acción cuenta:

  • Respete las normas en los sitios arqueológicos.
  • Evite tocar o subir a estructuras frágiles.
  • Participe en visitas guiadas para aprender más.
  • Difunda la importancia del patrimonio en tus redes sociales.
  • Considere apoyar iniciativas de organizaciones que trabajan en su conservación.

El patrimonio cultural de Nasca es un regalo que hemos recibido del pasado, pero también una responsabilidad para el futuro. Preservarlo significa honrar la memoria de una cultura magnífica que sobrevivió durante por lo menos 800 años y desapareció, se cree, debido a un evento climático y a la subsecuente invasión de los wari. Una cultura orgullosa y altiva que gracias al rescate y a nuevos descubrimientos nos sigue deslumbrando e iluminando a las generaciones venideras. Cuidar de él no es solo un acto de conveniencia, de interés, es también un acto de amor, no solo por nuestra historia, por la humanidad sino por nosotros mismos. Es UN ACTO DE AMOR PROPIO.

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